Aunque la pérdida de audición en niños puede tener muchas causas en ocasiones se puede deber al uso continuado de juguetes ruidosos. Es decir, los juguetes ruidosos pueden provocar pérdida auditiva.

Hay que tener en cuenta que cráneo del bebé y niño es más delgado y la longitud del conducto auditivo externo mucho más corta. Los niños no perciben que un sonido de fuerte intensidad es perjudicial para sus oídos. Por tanto, son los padres quienes deben ser conscientes que una exposición prolongada o súbita puede dañar partes del oído interno (cóclea), y dar lugar a una pérdida de audición.

Por lo tanto, el nivel de ruido de los juguetes de los niños puede ser una causa de pérdida de audición que no se debe de subestimar.

Es posible que el daño auditivo no se aprecie de inmediato, pero con el tiempo la audición de su hijo puede verse afectada. Se estima que uno de cada cinco niños entre 12 y 18 años tiene pérdida auditiva.

Los principales juguetes considerados muy ruidosos, son los coches a control remoto, robots, y dinosaurios (llega a alcanzar los 98 decibelios). Un luchador de juguete alcanza los 100 decibelios. Incluso la explosión de un globo puede llegar a los 150 decibelios, que se corresponde a la exposición de una pequeña arma de fuego.

¿Qué niveles de ruido producen pérdida auditiva?

El sonido se mide en unidades de intensidad llamado decibelios. El sonido más débil que percibe el oído humano es de 0 decibelios: casi un silencio total. Un susurro tiene 30 decibelios, y una conversación oral alcanza de media los 60.

Pero una exposición prolongada a ruidos superiores a 85 decibelios lesionará las diminutas células ciliadas auditivas (cóclea). Cuanto mayor sea la intensidad sonora, menor será el tiempo que tardará en aparecer una pérdida auditiva. Y, cuanto más cerca estemos de la fuente sonora, mayor será su intensidad.

Los juguetes musicales emiten 120 decibelios, y los juguetes telefónicos 125. Otros juguetes que incluyen trompetas o silbatos emiten sonidos por encima de 90 decibelios. Actualmente, las personas que trabajan en entornos donde los niveles de ruido son de 90 decibelios están obligados a usar protección. Por tanto, los juguetes ruidosos pueden provocar pérdida auditiva.

Legislación europea sobre el uso de juguetes ruidosos

Los padres deben verificar que el juguete cumple con la normativa europea de seguridad (CE – DIN EN-71-1), que establece límites de volumen de los juguetes. Pero, la normativa actual valora la intensidad del juguete a una distancia de medio metro, a pesar de que los brazos de los niños suelen ser muy cortos y que los juguetes a menudo se sujetan cerca de la oreja.

La normativa de la comunidad europea aconseja que los juguetes destinados a estar cerca de la oreja no deben de ser superior a 60 a 75 decibelios, y los juguetes destinados a ser usados con la mano no deben de ser superior a 80 decibelios.

En España, el peligro no está tanto en la fabricación nacional sino en muchos modelos de exportación que violan las leyes de la Unión Europea. Así que conviene leer atentamente las advertencias en este sentido y si el juguete supera los 80 dB es muy aconsejable optar por una alternativa.

 

Juguetes ruidosos que deben de evitar comprar

los juguetes ruidosos pueden provocar pérdida auditiva

Debido a que la pérdida de audición no ocurre de inmediato. Hay que evitar comprar los siguientes tipos de juguetes:

  • Sonajeros y juguetes chillones (un sonajero alcanza una intensidad de 85 decibelios)
  • Juguetes de instrumentos musicales
  • Teléfonos de juguete
  • Juguetes que amplifican o cambian la voz del niño.

Consejos al comprar juguetes ruidosos

  • Si el sonido no es esencial (sonajero, pistola de juguete, etc.), elija un juguete silencioso o retire las pilas.
  • Si el sonido es esencial, ajústelo o coloque cinta adhesiva en el altavoz.
  • Permita que su hijo juegue con ellos durante cortos períodos.
  • Evite comprar las pistolas y armas de juguete que funcionan con pilas pueden crear un ruido de entre 110 y 135 dB. Este es el mismo nivel creado por un camión pesado o un concierto de rock.
  • Si un juguete advierte de que no debe usarse cerca de las orejas, no lo compre, los niños se olvidarán de seguir sus instrucciones y los juguetes ruidosos pueden provocar pérdida auditiva.

Los padres deben de sensibilizar a los abuelos, familiares y amigos que no compren juguetes ruidosos

  • Comprueba la intensidad del sonido que emiten: en la descripción del propio juguete; o comprobándolo en tienda con una app telefónica equivalente a utilizar un sonómetro.
  • Creen espacios de descanso: los niños deben aprender que el silencio puede ser agradable y que el ruido no siempre es positivo y entretenido. El cerebro y los oídos necesitan de descansos regulares para recuperarse.
  • Evite comprar juguetes con efectos de explosión, como silbatos o trompetas. El ruido impulsivo es más dañino que el ruido continuo.

Antes de comprar un juguete, realice la siguiente comprobación:

  • Sujete el juguete tan cerca de su oreja como lo haría su hijo. ¿Es el juguete demasiado intenso para ti a esta distancia?
  • Prueba de brazo. Mantenga el juguete lejos de usted, y aproxímelo a su oreja a la misma longitud del brazo de su hijo. Si el juguete es demasiado ruidoso para usted, a esta distancia, éste no es seguro para su hijo.
  • Prueba de conversación. Si tiene que gritar por encima de los efectos del juguete para hacerse escuchar, el juguete podría dañar la audición de su hijo.

¿Qué juguete comprar para evitar la pérdida auditiva?

  • ¿El juguete tiene control de volumen? Si no hay forma de bajar el volumen, el niño estará expuesto a cualquier intensidad sonora que produzca el juguete. Sin embargo, reducir el volumen de un juguete, no significa reducir el peligro. 
  • ¿Hay un interruptor de encendido / apagado para el volumen? El interruptor puede permitir que un niño disfrute de un juguete ruidoso, sin el riesgo de daños auditivos.
  • ¿Tu casa es muy ruidosa? Tenga en cuenta el aumento de los niveles de decibeles en el hogar cuando los niños juegan con juguetes mientras suena la televisión o se escucha música a todo volumen. El ruido ambiental combinado puede llevar a niveles de sonido inseguros. Si ya tiene juguetes ruidosos en la casa, puede quitar las baterías o colocar cinta adhesiva sobre los altavoces para reducir el nivel de ruido.

 ¿Qué pueden hacer los padres y familiares?

Se les debe enseñar a los niños a jugar sin llevarse los juguetes cerca de la oreja, y evitar adquirir juguetes que adviertan expresamente sobre su “no utilización cerca de la oreja”, así como, aquellos que avisan en sus indicaciones que el juguete supera los 80 decibelios pues los juguetes ruidosos pueden provocar pérdida auditiva.

Si no se especificara convenientemente en el mismo, pero a los padres les parece que el sonido es demasiado alto, se puede realizar una sencilla comprobación mediante la descarga de una aplicación gratuita para smartphone o IPhone, con medidas similares a las obtenidas con un sonómetro.

Así pues, los juguetes con limitador o control de volumen resultan los más adecuados, y por supuesto, deben asegurarse de que cumplen con la normativa europea y llevan el marcado CE.

Si el juguete ruidoso ya está en casa, se pueden aplicar otras medidas preventivas como retirar las pilas, poner cinta adhesiva en el altavoz o limitar su uso a juegos en el exterior.

Se recomienda también el uso de esterillas y alfombrillas que amortigüen los sonidos del impacto contra el suelo en juegos de construcción de bloques y mecanos

Por todo ello se recomienda la supervisión de este tipo de

juguetes cuando están en manos de los niños.