CENTRO DEL AUDÍFONO 96 352 53 36
La pérdida auditiva en España afecta a cerca de 1 millón de personas. Es uno de los principales trastornos crónicos que sufren las personas mayores. La disminución de la capacidad auditiva suele ir asociada al envejecimiento de las personas, por lo que suele ser algo que difícilmente se puede evitar. En España, cerca del 57% de personas mayores de 55 años se ven afectados por la pérdida auditiva, y más de 65% cuando superan los 70 años de edad. La disminución de la capacidad auditiva asociada a la edad se debe principalmente a la pérdida progresiva de las células auditivas del oído, reduciéndose, por consiguiente, la cantidad y calidad de las conexiones neuronales entre el oído y el cerebro. Esta reducción auditiva puede tener un impacto significativo en diferentes zonas del cerebro, entre las que se encuentran la memoria, la audición, el lenguaje. Diversos estudios de investigación han relacionado la pérdida de audición y la demencia. Uno de estos trabajos es el del Dr. Lin del Johns E. Hopkins Medical Center, en el que indica que la pérdida auditiva puede aumentar el riesgo de padecer demencia entre un 200 y 500%.

Qué relación tiene la pérdida auditiva y la demencia

Según este estudio, a mayor pérdida auditiva mayo probabilidad se tiene de desarrollar demencia en los años posteriores. Todavía no se ha logrado identificar de forma real y directa el vínculo entre ambas situaciones. Sin embargo, hay diversos estudios que parecen indicar algunas posibles relaciones directas entre ambas. Estas tres líneas de investigación son las siguientes:
  1. Aislamiento social. Es común que las personas que padecen disminución de su capacidad auditiva se aíslen socialmente. Esto es debido a diversas situaciones, por un lado, la vergüenza a no ser capaces de seguir las conversaciones y encontrarse perdidos o a cometer errores a la hora de mantener un diálogo con otras personas. Esto les empuja a separarse de las personas, a aislarse socialmente para evitar encontrarse en situaciones desagradables. También puede producirse una reducción de la actividad física, sobre todo en personas con mayores niveles de pérdida de audición. Tanto el aislamiento social como la reducción de ejercicio físico son dos factores de riesgo de padecer demencia. Por lo tanto, aquí podemos identificar una causa bastante directa entre los dos hechos.
  2. Atrofia cerebral. El deterioro cerebral debido a la disminución de las neuronas está relacionado con la demencia, según numerosos estudios. Con el avance de los años, nuestra reserva neuronal se va mermando afectando de forma directa nuestra actividad cerebral. En los últimos años, se ha demostrado que la pérdida de audición también está asociada a esta atrofia cerebral, por los mismos motivos, las neuronas al ir desapareciendo van perdiendo conexiones con las partes del cerebro encargadas de registrar los impulsos que se reciben del oído.
  3. Sobrecarga cognitiva. La disminución de la capacidad auditiva no es un hecho normal en el ser humano, por lo que cuando esto ocurre, el cerebro tiene que esforzarse más para poder para lograr completar por sí mismo la información que no recibe por la reducción auditiva. Esta sobrecarga de trabajo a la que se ve sometido el cerebro está vinculada con la aparición de la demencia, ya que la fatiga diaria a la que se enfrenta hace que disminuya su capacidad cognitiva a largo plazo. Por este motivo, aunque la pérdida de audición esté vinculada con el envejecimiento de las personas, se debe tratar para aliviar al cerebro de esa carga extra y disminuir los factores de riesgo de padecer demencia.

Un tratamiento precoz de la pérdida de audición ayuda a prevenir la demencia

Sea cual sea la relación entre la pérdida auditiva y la demencia, está claro que el vínculo existe, por lo que deberíamos tener en cuenta este hecho y no asumir que es un simple producto del envejecimiento, se debería tratar esta pérdida auditiva con ayuda, en este caso con el uso de audífono en ambos oídos. El uso de audífonos puede no ser la cura para la demencia, sin embargo, se ha valorado la posibilidad de que su uso sí puede ralentizar el desarrollo del deterioro cognitivo, teniendo en cuenta todo lo mencionado anteriormente. Como ya sabemos, una perdida auditiva no tratada puede llevar a sufrir consecuencias emocionales y sociales, reducir la efectividad en el trabajo e incluso disminuir la calidad de vida. En un reciente estudio en el que trataron la pérdida de audición, tan sólo dos semanas después del inicio del tratamiento, las pruebas cognitivas revelaron un incremento significativo recordando palabras y en los test de atención selectiva. Al final del estudio, la función cognitiva de los participantes había mejorado de forma significativa. Desde 2011 se han realizado diversos estudios donde queda probado que tratar la pérdida auditiva con audífonos, puede eliminar los riesgos de desarrollar demencia. En Centro del Audífono somos conscientes de esta situación y ponemos todo nuestro esfuerzo en ayudar a aquellas personas que se encuentren en esta situación. Ponemos a vuestra disposición un servicio de evaluación auditiva con una gran experiencia en los servicios hospitalario de audiología, así como, un gran abanico de soluciones, sea cual sea, el problema auditivo. Referencias Hornsby, B. W. (2013). The effects of hearing aid use on listening effort and mental fatigue associated with sustained speech processing demands. Ear and Hearing, 34(5), 523-534. Lin, F. R., Yaffe, K., Xia, J., Xue, Q. L., Harris, T. B., Purchase-Helzner, E., & Health ABC Study Group. (2013). Hearing loss and cognitive decline in older adults. JAMA internal medicine, 173(4), 293-299. Lin, F. R., Metter, E. J., O’Brien, R. J., Resnick, S. M., Zonderman, A. B., & Ferrucci, L. (2011). Hearing loss and incident dementia. Archives of neurology, 68(2), 214-220. Mick, P., Kawachi, I., Lin, F. (2014). The association between hearing loss and social isolation in older adults. Otolaryngology — Head and Neck Surgery, 150, 378-384.
Ir al contenido