No siempre es sencillo darse cuenta de que tienes un problema de audición. En un principio puede parecerte que todos los de tu alrededor hablan muy bajo o no les entiendes. También, es común no reconocer dicho problema. Pero, mientras antes te atiendas, antes te pueden encontrar una solución.
¿Qué es la pérdida auditiva?
La pérdida auditiva es un problema en el oído o en diferentes zonas que dificultan la capacidad de oír. Esta puede sobrevenir a cualquier edad, debido a diferentes circunstancias. La también llamada hipoacusia, se clasifica en distintos niveles, en función del efecto que produce en la persona.
Así, si alguna vez has percibido que no alcanzas a oír un sonido bajo que otra persona sí consigue captar, quizás debas tener en cuenta que inicias con un problema auditivo. Aunque, en algunos niveles, la hipoacusia puede solucionarse, a veces con la ayuda de audífonos, no debes dejar de hacerte una revisión.
Hay tres tipos básicos de pérdida auditiva
La salud auditiva puede resultar más compleja de lo que imaginabas. En un principio, debemos tener en cuenta que nuestra capacidad para oír va más allá que el oído. El sonido que percibimos viaja hasta el cerebro, donde se descodifica la información. En ese traslado, juegan un papel fundamental las vías nerviosas. Por eso, en este complejo sistema, que permite nuestra captación del sonido, la pérdida auditiva puede estar determinada por distintos factoresque, a continuación, vamos a desarrollar.
Pérdida auditiva conductiva
Es un problema de audición derivado de la dificultad de traslado de las ondas sonoras desde el oído medio y externo al oído interno. Lo más parecido a esto es taparse el oído con la mano. La hipoacusia conductiva puede ser debida a diferentes causas, desde infecciones, que pueden ser tratadas con medicamentos, a traumatismos o perforaciones del tímpano, en los que a veces es preciso una sencilla cirugía. Uno de los síntomas que puedes sentir en este tipo de pérdida auditiva es la captación inteligible del habla; es decir, oirás ruido cuando el tono de tu interlocutor sea muy alto o haya mucho ruido en el ambiente.
Pérdida auditiva neurosensorial
Esta sucede por un problema producido en la función del oído interno, específicamente por daños en las células ciliadas, que se encuentra en él. También puede deberse a un deterioro del nervio auditivo. Las causas de la también denominada presbiacusia pueden estar originadas por varios factores que pasaremos a enumerar seguidamente:
1. Envejecimiento
Con los años, se dice que todos perdemos audición. Esto es debido a la muerte celular que experimenta nuestro organismo. De este modo, se produce una pérdida de las células ciliadas, encargadas de hacer funcionar el oído interno.
2. Infección
Las infecciones de oído también suelen ser muy comunes, especialmente si se ha padecido de paperas o meningitis. También están los casos de propagación de enfermedad, específicamente, de la madre al feto; en este caso, la rubeola de la madre durante el embarazo puede repercutir en el oído del recién nacido.
3. Exposición excesiva al ruido
La exposición prolongada a la contaminación acústica, da como resultado la pérdida de células ciliadas. Esto viene siendo común en ciudades grandes, donde el ruido del tráfico y el estruendo de las fábricas suele dejar un saldo amplio de personas afectadas del oído.
4. Meningitis
La meningitis suele presentar un mayor número de casos en la infancia, con consecuencias mortales en porcentajes muy altos. Las repercusiones de esta enfermedad pueden parecer menores, si se tiene en cuenta la superación de la misma. Aún así, los problemas derivados de la misma se manifiestan en el oído, pero el debate acerca del daño producido sigue abierto por los científicos.
5. Ciertos trastornos genéticos
Las mutaciones derivadas de diversos trastornos genéticos pueden afectar directamente a las células ciliadas. Sabiendo lo fundamentales que son estas para el funcionamiento del oído, los genetistas continúan investigando para desligarlas de la mutación heredada. Algunas de las enfermedades genéticas que repercuten en el sistema auditivo son la otosclerosis, el síndrome de Pendred y el síndrome de Usher.
6. Enfermedad de Ménière
No se saben con exactitud las causas de la enfermedad de Ménière. Por sus síntomas (dificultad en el equilibrio y problemas de audición) se tiene la hipótesis de que puede ser producida por la alta presión del líquido situado en una parte del oído interno. También está asociada a problemas derivados del tabaquismo, alcoholismo, enfermedad vírica o antecedentes familiares.
7. Virus
Como hemos vistos, en algunos de los casos, los virus juegan un importante papel en la pérdida acústica, a pesar de que se desconocen las causas en muchos pacientes. Por lo general, cuando una infección vírica sucede, no siempre se consigue paliar con la toma de medicamentos, dejando secuelas irreversibles en muchos pacientes. Aunque no siempre se puede recuperar la salud auditiva, resultando el hecho de que la pérdida auditiva neurosensorial no se puede corregir, no queda otra opción que recurrir a los audífonos.
Pérdida auditiva mixta
La pérdida auditiva mixta recibe su nombre de la combinación de las pérdidas auditivas conductiva y neurosensorial. Cuando esto sucede, se traduce un daño que afecta a la conducción del sonido hacia el oído externo, por parte del medio y del interno, además de presentarse un deterioro en la cóclea y en los nervios auditivos.
Una pérdida de audición no es el fin del mundo, si acudes a nuestro Centro del Audífono podemos ponerle solución
Con la explicación anterior, puedes comprender fácilmente las causas por las que se produce una pérdida en la audición. En lo que se refiere a la parte neurosensorial, pueden intervenir distintos factores, tales como infecciones víricas, predisposición genética e, incluso, envejecimiento. En lo referente a lo conductivo, las causas pueden ser desde cerumen, un cuadro infeccioso o una malformación, hasta una perforación en el tímpano
Lo importante es poder captar que se presenta un problema en el oído, dada la molestia que esto puede producirte, sobre todo si va acompañado de un problema de salud complicado. Acudir a tu centro del audífono de confianza y ponerte en manos de profesionales, conseguirá que dejes de sufrir una situación que puede ser tratable. Al menos, gracias a los audífonos, podemos volver a las conversaciones importantes.